Mathieu Van der Poel demostró en los Europeos de Ciclocross de Silvelle por qué es uno de los ciclistas más completos del pelotón a día de hoy.
En su primer test serio de la temporada sobre el barro demostró que no hay superficie que se le resiste y que, si se lo propone, puede agrandar aún más su palmarés tras un 2019 en el que ya ha brillado en ruta y MTB pero en el que le faltan aún numerosos retos. A continuación repasamos los posibles desafíos a afrontar por Mathieu Van der Poel.
MTB
En una modalidad en la que se inicio tarde pero en la que también destacó en sus inicios, Van der Poel se ha destapado en este 2019, donde ha ganado el Campeonato de Europa de Brno y las pruebas de Copa del Mundo de Nove Mesto, Val di Sole y Lenzerheide, ha sido segundo en Albstadt, y decimosexto en la prueba de Les Gets.
Van der Poel ha terminado siendo segundo en la general de la Copa del Mundo con 1.649 puntos, solo superado por el suizo Nino Schurter, con 1.995 pero con dos pruebas menos que el suizo, ya que el holandés no compitió en Vallnord ni Snowshoe.
Con sus participaciones en la Copa del Mundo Van der Poel logró el billete olímpico para Tokio 2020, donde espera ganar el oro. Otra de las asignaturas pendientes del holandés es ganar el Campeonato del Mundo de MTB, cita en la que no compitió esta temporada en Monte-Sainte-Anne para preparar exclusivamente los Mundiales de Ruta de Yorkshire.
Ciclocross
Si aún le quedan objetivos en el MTB a Van der Poel, en el ciclocross no se puede decir lo mismo, ya que el holandés lo ha ganado absolutamente todo, en una modalidad en la que también brilló su padre Adri.
Con el de ayer ya suma tres Europeos de forma consecutiva y además ya ha ganado dos Mundiales, el último de ellos el pasado febrero en Bogense, y encadena numerosas victorias en Copa del Mundo.
A Van der Poel le va a tocar remar en en la defensa de la Copa del Mundo de Ciclocross después de perderse las tres primeras pruebas en Iowa City, Waterloo y Berna en su adaptación tras la temporada en carretera.
Van der Poel hará su debut en la competición esta semana en Tabor con el objetivo de recortar puntos a Elie Iserbyt, el gran dominador de la modalidad en ausencia del holandés.
El holandés luchará por agrandar su leyenda en el ciclocross para igualar los tres títulos mundiales de Roger Rondeaux, Roland Liboton, Mario de Clerq y Zdenek Stybar, y alcanzar los cuatro de Albert Zweifel, los cinco de André Dufraisse y Renato Longo y los siete de Eric de Vlaeminck.
Ruta
El año 2019 también ha sido el año en el que Van der Poel se consagró en la ruta, al igual que ya hiciese su abuelo, el mítico Raymond Poulidor. Van der Poel debutó en las pruebas del UCI World Tourcon una gran actuación en las clásicas del pavés, donde no bajó del Top-4 en Gante-Wevelgem y Tour de Flandes e imponiéndose en A Través de Flandes.
Las dos grandes pruebas flamencas junto a París-Roubaix (el Corendon-Circus no recibió invitación para el ‘Infierno del Norte’) se perfilan como grandes metas futuras para Van der Poel, que además podría probarse en las Ardenas tras ganar la Amstel Gold Race y así completar el tríptico con la Flecha Valona y la Lieja-Bastoña-Lieja.
Otro de los objetivos que tiene marcados el holandés es ganar el Mundial de Ciclismo en ruta para sacarse la espinita de lo ocurrido en Yorkshire, donde partía como gran favorito al arcoíris pero una pájara a 12 kilómetros de meta le privó de luchar por el título mundiañ
Entre los retos de Van der Poel también está debutar en una gran vuelta. El Giro, el Tour y la Vuelta (por la que ya habría mostrado interés) podrían verle en sus carreteras a corto plazo.
Info: AS
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