
Arrancaba el día en Chinon sin muchos alicientes después de la monotonía que presidió la etapa precedente y con la advertencia del máximo responsable del recorrido del Tour de Francia, Thierry Gouvenou, de que el aburrimiento no forma parte del ADN de la carrera y que este tipo de etapas cada vez iban a tener un menor protagonismo en el libro de ruta del Tour porque los equipos de los sprinters monopolizaban el devenir de las etapas y nadie se atrevía a intentar una escapada. No contaba Gouvenou con la presencia en el pelotón de un ciclista descomunal como es Mathieu van der Poel, que hoy ha querido ser protagonista y dejarse ver, protagonizando una escapada de inicio que ha sido neutralizado a 800 metros de meta con la posterior victoria al sprint de Tim Merlier.
Ya de inicio, en una propuesta de 174,1 kilómetros, entre las localidades de Chinon y Châteauroux, el equipo Alpecin-Deceuninck movía ficha, lanzando a Mathieu van der Poel y a Jonas Rickaert. A priori, el objetivo parecía el de pasar en primera posición por el sprint intermedio de La Belle Indienne en el kilómetro 25 del día, pero una vez logrado este primer objetivo, ambos no se detuvieron.
El pelotón les dejó hacer y poco a poco fueron abriendo hueco hasta tener una diferencia en cabeza de carrera que llegó a estar próxima a los seis minutos. En el pelotón se mantuvo la calma durante muchos kilómetros, sólo alterada, especialmente en el seno del UAE Team Emirates y en la cabeza Tadej Pogacar al conocerse el abandono del portugués Joao Almeida. El cuerpo del luso decía basta después de la dura caída en la que se vio implicado hace dos jornadas. Que siguiera dando pedales en una carrera con el estrés del Tour con una costilla rota ya parecía un milagro, hasta que al final se ha impuesto la cruda realidad. Duro revés para Pogacar que pierde a uno de sus gregarios más fuertes, por no decir el de más garantías, de cara a la montaña.
Ajenos a este hecho, van der Poel y Rickaert iban a lo suyo liderando la etapa. Los equipos de los sprinters, secundados en ocasiones por el equipo Visma de Vingegaard que mantuvo la táctica agresiva que tantos comentarios está generando, pasaron a la acción. Los Lidl-Trek, Tudor, Soudal, Lotto, Isarael, o Uno-X fueron dándolo todo, pero no acaban de tener a tiro a los dos valientes del día, a los dos héroes.
Apasionante final
A 5,9 kilómetros de meta, Rickaert decía basta y van der Poel empezaba una contrarreloj de seis kilómetros con 33 segundos de margen, que quedaron en 22 a 4 kilómetros y en siete a 1’6 km de meta. El recorrido no favorecía a van der Poel y los típicos arreones en la línea de llegada de los sprinters acabaron con el sueño de van der Poel y de todos los aficionados a 800 metros de meta. Bravo por él.
Ya en el sprint, Jonathan Milan, que venció el día anterior, tomó ventaja, pero viniendo desde atrás la clase del belga Tim Merlier se acabó imponiendo para lograr la segunda victoria en esta edición del Tour de Francia, mientras los equipos de los favoritos y sus líderes hacían borrón y cuenta nueva pensando ya en la primera etapa de montaña de verdad de este lunes.
El chubutense Eduardo Sepúlveda fue 77º en la etapa y se ubica 126º en la general.
Info: Mundo Deportivo
¡NO TE OLVIDES DE SEGUIRNOS EN NUESTRAS REDES SOCIALES!