No es un debate nuevo, pero parece que por fin la Unión Ciclista Internacional (UCI) va a tomar medidas contra los corredores que lanzan bidones vacíos o envoltorios de comida en plena carrera.
El ciclismo quiere mejorar su imagen de forma continua, por eso no es de recibo ver durante una retransmisión televisiva de una etapa a los ciclistas lanzar continuamente bidones vacíos a las cunetas y, en ocasiones, también los envoltorios de los geles o barritas o directamente los productos que sobran en el bolsillo para liberarse de ese peso antes de un ataque o un sprint.
Por ejemplo, algo así hizo Fabian Cancellara antes de ganar el Tour de Flandes en 2010, cuando iba escapado en solitario. Aunque también hay imágenes de ciclistas que guardan esos plásticos envoltorios en el bolsillo o entre los raíles del sillín.
Respecto a los bidones, el propio Cancellara puede dar muestras de lo peligroso que puede llegar a ser encontrarse con uno en plena calzada. En el Tour de Flandes de 2012 se fue al suelo en la zona de avituallamiento, se fracturó un hueso de la pierna por esa estúpida caída y le privó de poder brillar en la temporada de clásicas. Los bidones, en ocasiones, provocan caídas.
La UCI quiere acabar con esto, e igual que existen multas a los ciclistas por comportamientos poco decorosos (el ejemplo más claro es pararse a orinar en lugares con mucho público), también quiere que esta imagen que daña al medioambiente no se produzca más.
Ya se instauraron primeras medias como puntos limpios tras una zona de avituallamiento, es decir, una zona restringida para que tiren ahí envoltorios, bolsas y bidones para que sea limpiada posteriormente por el personal de la carrera. Aunque tampoco se trata de privar a los aficionados el hecho de recoger algún bidón como recuerdo, aunque ningún gesto vaya a superar al de George Bennett en la pasada Vuelta a España, dándoselo en mano a un niño. Eso no suele ser lo habitual.
Según recoge el portal ‘Cyclingnews.com’, unas declaraciones del comisario UCI Philippe Marjen al periódico ‘Het Niewsblad’, se pretende sancionar a ciclistas que lancen bidones al canal o dejen basura en las carreteras: “Es una imagen inaceptable”.
El reglamento actual ya recoge sanciones concretas en este apartado, pero se trata de incrementar multas que irían de los 200 a los 1000 francos suizos (la divisa en la que se imponen las multas en ciclismo profesional y que irían de los 176 euros a los casi 900).
«Tenemos que parar a los ciclistas que dejan su basura en todas partes. Tenemos que detener a aquellos que, justo después de pasar al lado del auto del equipo, inmediatamente tiran su botella al aire», añade este comisario.
«Los profesionales de WorldTour tienen una función ejemplar. Con multas más altas, queremos establecer estándares y dirigirnos de manera responsable y ecológica. Se proporcionan zonas de desechos, poco antes de la zona de alimentación y justo después. Además, los desechos se pueden tirar en un desperdicio planificado otra zona a unos 20 kilómetros del final», concluye.
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