El británico Bradley Wiggins, ganador del Tour de Francia y nombrado ‘sir’ por la Reina Isabel II, ha revelado este martes que está estudiando para obtener un título en Trabajo Social mientras busca un nuevo rumbo profesional después de su carrera como ciclista.
El corredor fue el primer británico en ganar la ronda gala en 2012 y obtuvo el oro en la contrarreloj olímpica solo unos días después; sin embargo, ahora ya no quiere ser definido por su éxito deportivo y, en cambio, está tratando de encontrar formas de ayudar a la sociedad.
«No me importa una mierda mi carrera ciclista ahora mismo. Me acabo de apartar de eso, no quiero vivir de ello para la posteridad. Vivo de ser yo y soy feliz en mi propia piel», explica Wiggins en la revista ‘Big Issue’.
Wiggins, que intentó brevemente convertirse en remero de élite tras terminar su carrera ciclista, ahora ha encontrado el éxito como experto en ciclismo en el canal ‘Eurosport’: durante el pasado Tour de Francia, recibió excelentes críticas por sus comentarios mientras viajaba en motocicleta, se reía y bromeaba con los ciclistas en el pelotón.
Sin embargo, Wiggins a menudo ha comentado la difícil relación con su padre, soltero, con el que creció en Kilburn, una barriada en el extrarradio de Londres. De ahí que haya decidido dar el paso a estudiar Trabajo Social.
«Cuando me ofrecieron un trabajo en televisión [en referencia a su papel en Eurosport], no estaba seguro de querer hacerlo. Me tomó un tiempo encontrarme, redefinirme y volver al ciclismo sin ego. Así que ahora puedo hacer el trabajo de televisión, pero también me he inscrito para realizar un título universitario en Trabajo Social. Quiero ayudar a la gente», reconoce Wiggins.
«Esas cosas horribles que vi cuando estaba creciendo… Nada me puede sorprender ahora, y quiero usar esa fortaleza mental como trabajador social. Y cuando la gente me diga: ‘Oh, tú eres ese ciclista’; yo diré: ‘No, eso fue hace unos años. Soy un trabajador social ahora'», añade el ciclista, que pretende alejarse todo lo posible de su pasado como ciclista profesional.
Tal vez, porque su reputación ha sufrido algunos daños importantes desde su retirada. En 2016, los ‘hackers’ de Fancy Bears revelaban detalles de las exenciones por uso terapéutico de algunas sustancias prohibidas que le otorgaron a Wiggins antes de algunas de sus carreras más importantes, incluido el Tour de 2012. Wiggins calificó la investigación de «caza de brujas maliciosa» en ese momento.
Info: La Información
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