La familia de la ciclista estadounidense Kelly Catlin reveló que la tres veces campeona del mundo había sufrido depresión en los meses previos a su muerte la semana pasada.
Catlin, quien se quitó la vida el jueves pasado, había luchado contra la depresión luego de dos choques el año pasado y ya había intentado suicidarse en enero.
La ciclista, de 23 años, había sido parte de los equipos olímpicos de los Estados Unidos que obtuvieron títulos mundiales en 2016, 2017 y 2018 además de haber ganado una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Sin embargo, su padre le dijo al Washington Post el lunes que la joven había luchado por recuperarse después de un accidente en octubre pasado que la dejó con un brazo roto y que fue seguido por un choque en diciembre en el que sufrió una conmoción cerebral.
“Ella no era la Kelly que conocíamos”, le dijo su padre Mark Catlin al Post. “Ella hablaba como un robot. Podíamos hacer que ella hablara, pero nos preguntábamos: ‘¿qué le ha pasado a nuestra Kelly?’
“Todo estaba a favor de ella, pero de alguna manera su pensamiento cambió y no pudo ver más allá, supongo, por su depresión”, agregó.
“Después de su conmoción cerebral, comenzó a abrazar el nihilismo. La vida no tenía sentido para ella. No tenía ningún propósito. Era una persona con depresión. Ya no podía concentrarse en sus estudios o entrenar tan duro. No podía cumplir lo que sentía que era su obligación para con ella misma, no podía cumplir con sus propios estándares”.
La hermana de Catlin, Christine, dijo que también se había quejado de dolores de cabeza y sensibilidad a la luz, y había escrito en un correo electrónico que “sus pensamientos corrían todo el tiempo”.
“Ella era suicida, su pensamiento era realmente sombrío, y había adoptado el nihilismo”, dijo Christine Catlin.
Catlin estaba estudiando ingeniería computacional y matemática en la Universidad de Stanford mientras intentaba también practicar ciclismo. También fue una violinista y artista consumada.
Mark Catlin dijo que la muerte de su hija fue el resultado de una “tormenta perfecta” de depresión, síntomas de conmoción cerebral, sobreentrenamiento y “no poder decir que no”.
En una entrevista reciente para un diario, Kelly Catlin había insinuado en su lucha por hacer malabarismos con los diferentes aspectos de su vida.
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