El Dragon Khan sirve de decorado para la verdadera atracción: el Team Sky. El pasado sábado, el pelotón de la Volta descansaba en Vilaseca, ante Port Aventura, y por fin, entre parkings vacíos, el equipo británico -que en mayo cambiará su sponsor por INEOS- podía expandirse.
Frente al Hotel Palas Pineda, cuatro camiones, media docena de coches y muchos trabajadores de negro y azul. Más medios que nadie. ¿Para qué? Para las «ganancias marginales» que pregona su director, David Braisford.
Un ejemplo. El Sky cuenta con un camión cocina-comedor donde los ciclistas son atendidos por el chef Henrik Orre, que dejó su restaurante con dos estrellas Michelin en Estocolmo para especializarse en recetas en ruta. Allí, Chris Froome (Nairobi, 1985) aparece serio, como si siguiera en carrera, se relajará cuando hable de su amor por el ciclismo, pero volverá a tensarse antes de despedirse.
No fue al Tour de los Emiratos por cansancio y en esta Volta sufrió una caída y acabó a más de una hora del ganador. ¿Importan los resultados a estas alturas de año?
Lo importante ahora es que me estoy encontrando bien, sobre todo en entrenamientos. Hay ciclistas que planean el año de otra manera, pero mi prioridad es llegar al máximo nivel al Tour y por eso no puedo pelear por las victorias ahora. Me gusta venir a competir a España porque las carreras son duras, el clima es excelente y el ambiente es tranquilo. Aquí siento que mucha gente me respeta y me quiere.
¿Siente que la afición sabe cómo es? En un documental de la ITV su familia aseguraba que en casa es muy, muy diferente a lo que se ve.
[Sonríe] En carrera no puedo ser simpático, tengo mucho trabajo que hacer. Sé que los aficionados de todo el mundo piensan que soy un tipo serio, incluso agresivo, pero no soy así. En mi opinión, para ganar el Tour necesitas tener cierta agresividad dentro, cierta necesidad de dominar la carrera. En el ciclismo nada te llega fácilmente, es como el boxeo.
¿Y en esa pelea le queda tiempo para disfrutar de la bicicleta?
Sí, sí, por supuesto. A veces el ciclismo no es agradable, pero me he divertido muchísimo en carrera. Por ejemplo, el año pasado, en el Giro, cuando ataqué en el Colle delle Finestre e iba en cabeza, ganando tiempo como en una contrarreloj. U otro ejemplo: en los descensos. En la mayoría de bajadas me siento como un niño, solo con mi bicicleta, yendo lo más rápido que puedo y arriesgando en dos o tres curvas hasta el susto, ¡buf! Es la razón por la que me enamoré del ciclismo de niño, podía coger la bici y sentir la velocidad, no había mejor sensación que ésa.
Se ha mostrado crítico con el recorrido del próximo Tour.
No hay mucha contrarreloj y me gusta que haya equilibrio. Así el ganador es más completo. Este año hay mucha montaña, con varios finales a más de 2.000 metros, y eso puede favorecer a ciclistas como Nairo Quintana, pero ya veremos qué pasa.
Con Geraint Thomas, los dos últimos campeones del Tour compartirán equipo. ¿Quién será el líder?
Somos muy buenos amigos. Hemos corrido juntos durante 10 años, lo he visto crecer y para mí fue un orgullo cuando ganó el año pasado. Yo estaba en mi cuarta gran vuelta consecutiva y tenía las piernas en las últimas. Para el equipo hubiera sido una decepción no ganar, más el año pasado cuando buscábamos un nuevo sponsor. [Pero, ¿quién será el líder?] Queda mucho para el Tour. Cuando nos acerquemos, veremos cómo enfocamos la carrera.
Varios rivales, como Tom Dumoulin o Primoz Roglic, priorizan el Giro al Tour. ¿Espanta el Sky a los demás?
[Ríe] No lo sé, pregúntales a ellos. Para mí no es imposible ganar Giro y Tour el mismo año, pero es muy, muy difícil. El año pasado, Dumoulin acabó segundo en ambas…
Dijo que si se prohibieran las radios y los medidores de potencia el ciclismo apenas cambiaría.
Eso creo, sí, sí.
¿Qué se puede hacer entonces para conseguir más igualdad? ¿Imponer un límite salarial?
En mi opinión, eso impediría que hubiera equipos ganadores. Nosotros tenemos el mayor presupuesto del pelotón ahora, pero cuando empezamos en 2010 no era así, para nada. Si los equipos logran éxitos, deben ir a sus patrocinadores y pedirles más dinero. Si las normas nos impiden crecer, si limitamos por arriba, perderá el ciclismo.
Al anunciar que acudiría al Tour escribió en redes: «Estoy empezando a pensar qué legado voy a dejar». ¿Qué legado cree que dejará?
Espero que de ganador de cinco Tours. Sería muy especial para mí entrar en ese grupo de leyendas, con Anquetil, Merckx, Hinault e Indurain.Ser el primero en la era moderna.
Finalmente le exculparon la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y la Unión Ciclista Internacional (UCI), pero, ¿Cree que su positivo por salbutemol en la Vuelta a España de 2017 afectará a su legado?
Espero que no. Cualquier aficionado que dedique un tiempo a examinar los detalles del caso tendrá la certeza de que no hice nada malo. Sólo puedo decir eso a la afición: si alguien tiene alguna duda sobre mí, que repase los informes y concluirá que nunca he hecho algo ilegal.
También comentó que quiere competir hasta los 38 años. ¿Lo dice por Alejandro Valverde?
Sí, sí, es increíble, es increíble. Quiero seguir muchos años más, como él. Ver a Valverde ganar el último Mundial me motivó a pensar que se puede lograr, que la edad no es un factor decisivo en el ciclismo como piensa mucha gente.
Info: El Mundo
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