«Los deportistas sufrimos todos. En el deporte, como cualquier ámbito de la vida, se sufren malos momentos. Los deportistas igual, totalmente. Es cierto que una persona que siempre está expuesta al público, a la que se está mirando muy de cerca tiene mucha más presión. Yo creo que se ha contado lo de Iniesta y también lo he contado yo pero seguro que hay muchísimos más deportistas que han tenido esos problemas y que a lo mejor lo pueden estar teniendo. A ellos les diría que todo tiene su solución», explicaba Alejandro Valverde a la prensa mientras su hija Natalia estaba agarrada a su pierna.
Es la frase sincera del ciclista murciano después de la presentación en la sede de Telefónica de la Gran Vía madrileña del documental ‘Un año de arcoíris’ de Vamos. Un estreno a muy pocos metros de la Cibeles, donde horas antes se había subido al podio entre dos eslovenos: Roglic y Pogacar luciendo por última vez esta campaña el maillot arcoíris, ese que tanto le costó conseguir. «Todo un orgullo, con Roglic al lado y Pogacar, a quien casi doblo en edad. Ha sido una Vuelta muy bonita».
«Pasaba mucho miedo, empezaba a agobiarme y a sentirme peor. El psiquiatra me dijo que tenía un estado depresivo. Toqué suelo. Iba al médico y salía peor»
Alrededor de ese hito, logrado en Innsbruck hace un año, se desarrolla este documental que además de repasar todo lo que supuso el oro mundial, desvela partes desconocidas de su vida más privada.
Entre ellas, los complicados momentos que vivió tras la suspensión por dopaje entre 2010 y 2012. Y curiosamente llegó después de haber regresado a la competición y haber logrado ganar. «Tuve un estado casi depresivo. Al final tienes muchas miradas sobre ti. Muchos deportistas se retiran antes de tiempo porque no soportan esa presión. Pasaba mucho miedo, empezaba a agobiarme y a sentirme peor. El psiquiatra me dijo que tenía un estado depresivo. Toqué suelo. Iba al médico y salía peor», explicaba ante las cámaras.
«Con miedo y sin ánimo»
El murciano explica con detalle algunos de los síntomas que padecía. «Tenía miedo de conducir, de poner en la carretera. La presión que se tiene psicológicamente es muy dura. Fui a la Amstel Gold Race y pensaba que no podía correr. Me acosté la noche de antes y me encontraba fatal. Corrí al día siguiente, yo me tiré toda la carrera el último del grupo. Cada vez quedaba menos gente y yo seguía ahí, no podía meter el manillar. Iba con miedo y sin ánimo», detalló en un momento de la conversación con Monica Marchante, cuando hablaban del peso y la responsabilidad de lucir un maillot tan peculiar como el arcoíris.
En ese contexto, detalló que los deportistas, como le pasó a Andrés Iniesta, sufren momentos mentalmente muy complicados aunque aparentemente tienen todo para ser felices. «Pasé cosas duras. Lo superé. Según el psiquiatra, los ciclistas somos personas que queremos llevarlo todo muy medido. Nos pasa como a los estudiantes buenos, que no quieren fallar en nada y si un día no estudian se agobian. Lo veía todo negro, pero al final lo superé. Yo pensaba, si lo tengo todo, ¿por qué me pasa esto? No entendía nada. Pero lo cierto es que me estaba pasando. Gracias a los especialistas, todo quedó atrás», se congratula.
«Me quedo liberado por haberlo contado. Ya está superado, y si sirve a otros deportistas que estén en la misma situación y no saben salir… »
Valverde recuerda que «la vida del deportista de élite no sólo consiste en ganar. Representa que no todo es tan bonito como parece, que también hay momentos muy malos. Toda esa presión, ser el foco de todas las miradas, al final sale. Sufrimos mucha presión, pasamos etapas de bajones y contarlo puede ayudar a otros deportistas. Superar esos momentos te hace salir más reforzado. Me quedo liberado por haberlo contado. Ya está superado, y si sirve a otros deportistas que estén en la misma situación y no saben salir… », deseó.
Reto olímpico
Valverde no se presiona por volver a conseguir el arcoíris en el Mundial de Yorkshire, en el norte de Inglaterra que se celebrará el próximo día 29. «Sí el domingo fue la despedida de este maillot tan bonito. Ya me quedan muy pocos días, porque ahora voy con la selección y hay que vestirse con los colores de España. A ver si puedo hacer algo en Yorkshire para seguir llevándolo. Está muy difícil, pero no imposible», apuntó con una sonrisa antes de buscar revalidar ese arcoíris para el que se irá con el resto de los preseleccionados «concentrados a Alicante», repitiendo lo del año pasado cuando lo hicieron en Granada.
El murciano se fija como objetivo el oro olímpico en Tokio 2020, con un recorrido que considera puede beneficiarle. «Los Juegos son muy duros. Tengo primero que hablar con Eusebio (Unzué) y ver el mejor calendario. Sería un objetivo muy muy importante. Puede ser un colofón para mi carrera deportiva, pero si no se consigue no es ninguna presión»,
Por último, Valverde sí confía en el relevo generacional español pese a que a sus 39 años ha sido el mejor clasificado en La Vuelta. «En esta Vuelta han faltado corredores como Enric Mas ó Landa. Es difícil conseguir una trayectoria como la mía, pero vienen corredores buenos, como Marc Soler. Creo que hay futuro», vaticinó antes de considerar a Julian Alaphilippe como el ciclista más «similar» a él del pelotón actual. Curiosamente el francés es el gran rival para revalidar ese arcoíris el día 29 en Yorkshire.
Info: El Correo
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