Vincenzo Nibali y Mikel Landa se baten en duelo para conquistar el Giro de Italia 2016. El veterano siciliano frente al talento alavés que viene en un recorrido con tres claves: la contrarreloj de Chieti, el tappone de los Dolomitas y la llegada a Risoul. La carrera no se debe decidir hasta el penúltimo día.
La experiencia es el aval de Nibali, vencedor de Giro (2013), Tour (2014) y Vuelta (2010), y dos veces más en el podio en la carrera italiana. Landa, por su parte, tuvo su explosión el año pasado, intratable en la montaña frente a Contador pero atado por el Astana que apostó por el ídolo local Aru. Sin correas, el escalador vasco quiere llegar con opciones a la última semana. Para ello, tiene que superar las tres cronos, sobre todo la de Chieti en la novena etapa, de 40,5 kilómetros. El recorrido se adapta seguramente más a Nibali, un todorreteno y al que no será fácil tumbar, aunque luego son las piernas las que hablan sobre el asfalto.
Valverde, en su debut, y Urán, segundo en 2013 y 2014, aspiran al menos al podio y sueñan también con la victoria. Son dos ciclistas sólidos y al colombiano, además, le favorecen las cronos y una montaña más humana. Majka, Chaves, Zakarin, Pozzovivo, Péraud, Hesjedal, ganador en 2012 el canadiense, y Kruijswijk son otros nombres que quieren luchar por la general, no así Dumoulin que se centrará en las contrarreloj.
La carrera rosa se teñirá de naranja en las tres primeras jornadas holandesas. El mencionado Dumoulin y Cancellara son los grandes favoritos a teñirse de rosa en la contrarreloj inaugural de 9,8 kilómetros. Después, llegarán las oportunidades para los velocistas, con Kittel y Greipel a la cabeza frente a la escudería italiana, Viviani, Modolo, Nizzolo, Mareczko, y el cohete Ewan. Las bonificaciones serán de 10″, 6″ y 4″ segundos en meta, y de 3″, 2″ y 1″ en los pasos intermedios.
El lunes será el traslado al sur de Italia. Los hombres rápidos y los cazaetapas tendrán sus oportunidades. Es el caso de Ulissi, Wellens o Colbrelli, y otro foco de atención son los jóvenes como Formolo, Kudus, Küng o Jungels. La primera semana presenta el primer final en alto en Rocarasso (6ª), sterrato antes de Arezzo (8ª) y se cierra con el primer gran test para los favoritos, la contrarreloj de 40 kilómetros en Chieti que abrirán las primeras diferencias significativas entre los favoritos.
La segunda semana se abre con otra llegada en alto, Sestola (10ª), con el Pian del Falco antes, y un terreno sinuoso llevará al pelotón hasta la etapa reina, el tappone de los Dolomitas: Pordoi (9,2 al 6,9%), Sella (5,5 al 7,9%), Gardena, Campolongo, Giau, (casi 10 kilómetros a una media superior al 9%), y Valparola (11,5 km con los últimos 5 al 6,7%). La cronoescalada a Alpe di Siusi, casi 11 kilómetros, será el remate.
El Giro 2016 se decidirá en los dos días previos al fin de fiesta en Turín. El viernes, el coloso Agnello, la cima Coppi con sus 2.744 metros antes, precede al único final en un puerto de verdad, Risoul, casi 13 km al 7%. Al día siguiente, sábado, Col de Vars, Col de la Bonette y Colle della Lombarda serán los tres últimos capítulos de la montaña hasta el repecho de Sant’Anna di Vinadio. Solo entonces se conocerá el ganador final del Giro y el dueño de la codiciada maglia rosa.
Mi sueño es vestir la ‘maglia’ rosa
Landa comienza mañana su participación en el Giro de Italia, donde sueña con «vestir la ‘maglia’ rosa en la etapa de Turín» junto con sus compañeros de equipo.
La ronda italiana arranca mañana en la localidad holandesa Apeldoorn y tras 21 etapas concluirá el 29 de mayo en Turín.
A través de un vídeo difundido por el equipo ciclista Sky, Landa ha señalado que «las etapas más importantes son las contrarrelojes» porque es donde puede «perder mucho tiempo».
El escalador ha explicado que en todas las etapas de montaña es donde se puede «relajar», en referencia a que se encuentra cómodo en este tipo de recorridos, pero ha añadido que hay «unas 10 etapas» en las que debe «tener cuidado».
Mikel Landa regresa al Giro después de subirse al tercer cajón del podium el año pasado en las filas del Astana, y ahora lo hace como jefe de filas del Sky con el objetivo claro de intentar la «victoria final».
«Me siento cómodo en el Team Sky, tengo todo el apoyo que necesito y los compañeros son realmente buenos», ha relatado Landa tras destacar que «todo el mundo» le ayuda y le cuida.
El rodador vasco, que llega a esta prueba después de conseguir el Giro del Trentino, se ha declarado seguidor de esta gran carrera que, en su opinión, «es diferente a otras grandes vueltas y perfecta para todos los escaladores».
«Mis primeros recuerdos sobre el Giro son de hace 5 o 6 años cuando ganó Basso y también recuerdo el primer Giro que ganó Contador», ha dicho Mikel Landa, quien se postula entre los favoritos para llevarse la carrera.
Info y Foto: Biciclismo
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