El calor sofocante no fue suficiente, ni fue excusa, para evitar que un gran número de apasionados del ciclismo le diera vida a una memorable caravana que partió desde el Centro Judicial y recorrió los 21 kilómetros hasta el lugar donde quedó emplazado el monumento al recordado Elías “Chucky” Pereyra.
Alrededor de 200 personas fueron protagonistas de una jornada que estuvo atravesada por el recuerdo, la emoción y las lágrimas.
Fue un día inédito e histórico porque no solamente hubo competidores, sino también ciclistas aficionados, amigos, conocidos y hasta agrupaciones de cicloturismo.
La caravana partió desde el Centro Judicial con unos 170 o 180 ciclistas aproximadamente y a medida que recorrió la avenida Perón se fueron sumando más personas para llegar a
las 200.
El grupo llegó hasta Toay, tomó por el frigorífico y por el Predio Horacio del Campo para enlazar con la ruta 14, donde quedó para la eternidad el monumento a Elías Pereyra. Fueron 21K desde el punto inicial hasta la llegada.
En el punto final se descubrieron dos placas y una gigantografía, todo organizado por la familia Ullúa, con el padre Jorge y los hermanos Sergio, Pablo y Daniel, además de Jaquelina Pansa. Todo el grupo de amantes del ciclismo que dieron a luz a la Agrupación Ruta 14.
Estuvieron presentes la madre de Elías Pereyra, Graciela Depaolis, y su marido, Quito Garciarena, a quien “Chucky” consideraba como su padre. Ellos fueron quienes encabezaron la caravana junto con los sobrinos y demás familiares del ciclista fallecido en 2016 en un accidente automovilístico mientras entrenaba en San Juan.
Pablo Ullúa fue uno de los oradores, quien en nombre de “Ruta 14” recordó al amigo y compañero y subrayó la humildad que tenía Elías.
Fue emotivo por donde se lo mire. Los padres, junto a la novia -Melina Ganora-, descubrieron la placa y no pudieron contener las lágrimas y contagiar la emoción a todos los presentes. Todo se cerró con un aplauso que se llevó el viento en aquel sitio que desde ayer será emblemático para el ciclismo pampeano.
El monumento consiste en una bicicleta pintada de blanco sobre un caldén, con una gigantografía y una placa.
Se le agradeció a la Policía por el cuidado que tuvo con los ciclistas y para que todo fluyera de la mejor manera, sin inconvenientes con el tránsito.
Finalmente los ciclistas hicieron un “break” en el puesto de hidratación y tras 20 minutos comenzó la desconcentración del público.
Fue un emotivo preámbulo de lo que será la competencia de hoy con corredores de todo el país, incluido el pampeano Mauricio Muller, del SEP de San Juan, que finalmente no recibió la invitación para competir en la Vuelta a San Juan que comenzó en la jornada de ayer.
Info: El Diario de La Pampa
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