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El complejo rompecabezas del calendario ciclista

Entre tanta incertidumbre, sin plazos a los que agarrarse ni garantías de cuándo se podrá volver poco a poco a la normalidad, en la comunidad ciclista apenas existen tres certezas ampliamente compartidas sobre el futuro a medio plazo:

1. Va a ser materialmente imposible que se disputen en 2020 la gran mayoría de carreras que han sido aplazadas por la pandemia.

2. El Tour, más pronto que tarde, por mucho que ASO, la empresa organizadora, se siga resistiendo a dar el paso, va a tener que renunciar a comenzar el 27 de junio, como hasta el día de hoy sigue previsto que lo haga.

3. Pero el Tour 2020, en un momento u otro del año -y salvo que la parálisis sanitaria se eternice hasta el otoño-, se disputará. Sí o sí. Es la joya de corona y la carrera que justifica muchos de los patrocinios de los equipos, la gallina de los huevos de oro para un deporte que vive permanentemente en el alambre financiero.

A partir de aquí, todo son dudas entre organizadores, equipos, ciclistas y patrocinadores. Los datos oficiales, recopilados por la Unión Ciclista Internacional (UCI) con fecha del 3 de abril, son que 229 pruebas en ruta de diferentes categorías (masculina, femenina, sub’23…) han sido ya suspendidas o canceladas. Desde entonces, se han sumado otras como la Vuelta a Suiza (junio) y el Tour de Utah (agosto). Estas dos han optado por una cancelación definitiva para pensar ya en 2021, pero la mayoría se mantienen a la espera de una nueva fecha.

«La Milán-San Remo fue la primera que optó por aplazar en lugar de cancelar, el resto hemos seguido un poco la moda, por si hubiera una solución. En realidad, lo que estamos haciendo es trasladarle el muerto a la UCI como responsable del calendario», reconoce Julián Eraso, director de la Vuelta al País Vasco, una carrera que debería haber comenzado ayer en Eibar. De hecho, 17 de las 19 pruebas del World Tour (la primera división del ciclismo) afectadas por la pandemia han sido simplemente suspendidas a la espera de una nueva fecha.

HASTA NOVIEMBRE

Pero no caben todas ni por asomo y la UCI ya ha avisado de que la prioridad será la disputa de las tres Grandes Vueltas y de los cinco monumentos, siempre respetando las carreras que ya tienen una fecha asignada. Con estas premisas, el encaje roza lo imposible, pues entre su preparación y su disputa las vueltas grandes necesitan disponer de casi un mes cada una. Ya se baraja la opción de llevar el calendario de élite hasta el mes de noviembre, habitualmente inhábil, pero quizá ni así sea posible la disputa de Giro, Tour y Vuelta. Por no mencionar que los ciclistas no pueden pasar de hacer rodillo en su casa a afrontar tres semanas de competición de un día para otro. Necesitarán una suerte de pretemporada y carreras más cortas de rodaje.

«Sinceramente, no creo que se vaya a poder hacer nada hasta septiembre. Nosotros lo vamos a intentar, pero tenemos los pies en el suelo y sabemos que va a ser muy complicado», apunta Rubén Peris, director de la Volta a Cataluña, que debería haberse disputado a final de marzo. Y si fuera posible recuperar algunas carreras menores, la UCI tendría el papelón de decidir cuáles, pues cada gran empresa organizadora (RCS Sport, ASO y Flanders Classics son las más importantes) tratará de hacer prevalecer las suyas y las pequeñas, caso de País Vasco y Cataluña, también darán pelea. O quizá no.

«Aunque la UCI nos dijera que podemos celebrar la Vuelta al País Vasco en algún momento del año, habría que ver si tenemos capacidad para hacerla. Yo ya he hecho algunas consultas y, tal y como se están quedando económicamente los ayuntamientos, las diputaciones y las empresas, está por ver que puedan afrontar ahora los patrocinios pactados», advierte Eraso.

Una reflexión que comparte Peris, quien añade en su caso la dificultad de poder utilizar ciertas carreteras y disponer de plazas hoteleras en Cataluña en algunas épocas del año, «porque si hubiera ya una cierta normalidad para el ciclismo, también la habría para que la gente se vaya de vacaciones». El puzle, en fin, es imposible.

Info: El Mundo

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