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¿Cómo se puede pensar en correr cuando ves que los militares se llevan los ataúdes?

Davide Formolo ya está en Montecarlo luego de cumplir el periodo de cuarentena al que se vio sometido el UAE Emirates en Abu Dhabi después de que se produjeran varios positivos por coronavirus en el pelotón, entre ellos los de sus compañeros de equipo Fernando Gaviria y Maxi Richeze, ambos ya recuperados.

En una entrevista a La Gazzetta dello Sport, el ciclista italiano relató cómo fue su experiencia de cuarentena en Abu Dhabi. «El equipo siempre ha sido claro: la prioridad es la salud, no importa que no ganes carreras, pero, cuando vuelvas a casa, no contagies a tu familia y empeores la situación. Cuando nos hicimos el primer control, después de la quinta etapa de la prueba, todos dimos negativo. En el segundo test alguine dio positivo y el mundo se nos vino encima. Empezamos a ver a personas con máscaras, ambulancias y oxígenos: todos tuvimos miedo. El deporte pasó a un segundo plano, esto es mucho más serio».

Formolo quiso destacar que él no tuvo síntomas y que al principio sobrellevó bien el confinamiento hasta que empezó a recibir noticias de lo que estaba pasando en Italia.

«No tuve síntomas, ni siquiera algo de fiebre. Llegué al hotel después de dar negativo en el segundo test. Creas castillo en el aire y luego todo se viene abajo. Nos atendieron muy bien, desde los organizadores de RCS a las autoridades de los Emiratos. Nos trataban con guantes y estuvimos aislados durante 15 días en el hotel. Por suerte teníamos una terraza para hacer rodillo al aire libre. Pero en un momento empecé a ponerme nervioso por ir de la cama al rodillo y del rodillo a la cama. No respondí a los que me escribieron. Miraba la tele, veía lo que pasaba en Bérgamo: somos profesionales que damos el máximo, tenemos una mentalidad muy competitiva pero ves esas imágenes y entiendes que hay otras prioridades. Pensé en los médicos y las enfermeras que no podían permitirse el lujo de quedarse en casa. Lo mejor de la experiencia es que vivimos la experiencia como un equipo. Lo sentí por Diego Ulissi, que estaba aquí cuando nació su segunda hija, Anna. Vivimos su nacimiento desde la distancia».

Ahora Formolo alterna entrenamientos con otras aficiones pero cree que aún es pronto para volver a correr dada la gravedad de la situación. «Me estoy convirtiendo en un maestro panadero, me gusta hacer cosas nuevas como pan, focaccia… Doy paseos para mover las piernas, hago un poco de rodillo y también gimnasia. Hacer rodillo no da tanta emoción. No es lo mismo hacer una hora subiendo a 300 vatios con la naturaleza alrededor que en el salón o en el balcón. Comemos poco, sobre todo filetes y carne. Somos profesionales y no podemos subir de peso. Pero cuando ves que se llevan los ataúdes en camiones militares, ¿cómo puedes pensar en correr? Estamos en una guerra sin armas».

A Formolo la expansión del coronavirus también le afecta de forma familiar, ya que su suegra trabaja en un hospital de Verona. «Mi suegra trabaja en el departamento de neumología del Hospital Borgo Trento de Verona. Nos cuenta todo lo que pasa dentro, combate en primera línea y entendí lo difícil que es. Por eso fui de los primeros en sumarme a la propuesta de Cipollini, Bugno y La Gazzetta de hacer algo por aquellos que sufren, por nuestros aficionados. Los corredores también tenemos corazón y esta situación nos hace descubrir el valor y la belleza de la vida. Y la experiencia en los Emiratos nos ha cambiado».

El ciclista italiano también destacó que no le compensa salir a rodar por Mónaco para ir a entrenar. «Solo he podido ir a un supermercado a 100 metros de casa aquí en Montecarlo. No puedo salir en bici. Todo está cerrado. No se puede salir a Francia o Italia y es inútil salir a rodar durante 10 minutos a Mónaco».

Sin embargo, sigue entrenando junto a sus compañeros de equipo a través de plataformas virtuales. «Ahora es necesario pedalear de forma virtual y el equipo creó una plataforma en la que entrenamos juntos a la vez. En las pantallas del ordenador cada uno aparecemos con un puntito. Sería mejor correr durante todo noviembre que no hacerlo antes de descansar en diciembre».

Info: AS

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